Chamanismo

    La cosmovisión chamanística:

    No existe prácticamente más ninguna cultura indígena genuina, no contaminada por los memes (ver nota en “estado ordinario de conciencia”) de cultural general. Aún así, los estudios antropológicos más antiguos, revelan la naturaleza del sistema de creencia dicha “Chamanística”.

    • En el sistema de creencia chamanística, se cree que el mundo aparente está dominado por fuerzas sobrenaturales. Esas fuerzas, actuando por im-pulsos propios o muchas veces guiadas, podrán ser buenas, lo que quiere decir, benéficas o no.
    • Estando ocultas, esas fuerzas sobrenaturales sólo pueden ser manipuladas a través de estados alterados de conciencia en transe. Esta realidad implica la necesidad de especialistas, capaces de penetrar y actuar con éxito en ese mundo oculto: los chamanes.
    • El éxito no está garantizado; la pelea entre chamanes de diversas afinida-des genera algún grado de jerarquía en función de su fuerza y habilidad en mantener salud y relativo éxito.
    • En general cualquier persona, hombre o mujer, puede tornarse un cha-man, mediante instrucción y adquisición de fuerzas mágicas y talismanes obtenidos a cambio de beneficios o regalos.
    • Los chamanes así prevenidos y fortalecidos lanzan sus fluidos, influencias y magias – en forma de espíritus de animales, plantas, encantos, soplidos y rumores – al encuentro de sus objetivos y de acuerdo con sus intenciones, para remediar, cautivar, proteger o encantar.

    El análisis de la visión chamanística y de sus procesos demuestra diversos elementos importantes y esenciales:

    1. Empirismo: hace parte de las doctrinas chamanísticas el cultivo de una percepción e interacción directa con lo misterioso a través de la naturaleza;
    2. Universalismo: que todos pueden volverse chamanes a través de la transmisión de conocimiento, educación o percepción, del aprendizaje y del entrenamiento;
    3. Realismo: que el chaman no es un “superhombre”, un héroe; él es un guerrero de lo oculto pero también una persona común, pudiendo tener éxi-to o no;
    4. Paradójicamente: que el chaman es polar, humano; a pesar de vivir en el misterio, si es relacionado con el misterio, es un ser ambivalente;
    5. Holismo: que exista en el chamanismo una aglutinación de lo “sagrado” con lo “natural”, de lo “espiritual” con lo “material” y principalmente del “objetivo”con lo “subjetivo”.

    Aquí se dibuja, en la cultura indígena, una teofanía, el cultivo de una relación operante y cotidiana con el misterio, el esbozo de una unificación en sintonía con la visión sugerida por la ecología, una integra-ción de lo “metafísico” como es apuntado por la físi-ca moderna. Con relación a la civilización global, dominante, la absorción e incorporación de alguno de los valores y elementos chamanísticas, se da a través de diversos movimientos, mecanismos so-ciológicos, sub-culturas, a transformar y reforzar diversas tendencias:

    • Una nueva división de lo sagrado. Aunque entendido como esencialmente “sobrenatural”, lo sagrado es remitido de una posición de trascenden-cia más absoluta para una más inmanente, una forma más plural, menos jerarquizada, politeísta o panteísta de hecho. Un sagrado más evidente y próximo, circundante, más transaccional y palpable, manipulable por una tecnología natural más fácilmen-te accesible, práctica. Por lo tanto, un re-despertar de las formas religiosas prevalecientes antes del surgimiento de las diversas formas de idealismos e imperialismos (“paganismo”; “neopaganismo”; “neo-chamanismo”).
    • Una revitalización del mesianismo. Aquí la figura más trivial del chaman se agiganta y transforma en una figura heroica. Un héroe de cierto modo próximo, con el que se puede relacionar naturalmente, a través de una infu-sión. En ese proceso, renace el hombre dios, el mensajero divino, el conductor de las almas, el guía; nuevas esperanzas, nuevas iglesias, y nuevos cultos.
    • Una busca de unicidad. Prácticas esencialmente humanistas, naturalistas pragmáticas, en la cual las visiones ampliadas de la realidad se integran al acervo científico, filosófico, psicológico y médico de la modernidad. Lo “sagra-do” pasa a ser la naturaleza, el universo mismo, un concepto que implica la busca de una revelación o experiencia mística, un intento de integrar las dicotomías básicas en una totalidad.

    Comments are closed.