EXPERIENCIA MÍSTICA
Religiosidad y experiencia mística
De acuerdo com Huston Smitth (1) – com ligera alteración – defino uma experiência como religiosa cuando ocurre “la experiência inmediata e intuitiva de uma dimensión transpersonal, generadora de uma disposición virtuosa y de sentimientos armoniosos”. La vida religiosa envuelve, como mínimo, três facto-res básicos:
1 – especulación: un lado especulativo, filosófico; y la expresión de la función racional de la mente. Proble-mas básicos de existencia humana, como los de unidad y diversidad, son investigados y discutidos; del deter-minismo y de la libertad; del mecanismo y del vitalis-mo; del bien y del mal; del tiempo y de la eternidad; del absolutismo y relativismo ético; del teísmo, ateís-mo y panteísmo; de la vida y de la muerte; del apego y desapego; etc.;
2- ética: la expresión activa de los principios religio-sos, la preocupación con los demás, la observación de reglas de conducta y de una ética, el cumplimiento de deberes sociales que se sustancien a partir de los compromisos religiosos del afiliado.
3 – consagración: el cultivo de la experiencia de lo sagrado, del encuentro con la totalidad, con lo que es divino, no tanto racional, sino intuitivamente.
Es innegable que la religión comparte las dos primeras facetas con otras funciones e intereses sociales, como la filosofía, la educación, la medicina, la asistencia social, la ecología, etc,. Pero la tercera función, la busca de lo sagrado culminando en la unión mística, es genuina, especifica y esencial para que se pueda de hecho reconocer, sin mar-gen de duda, una actividad como siendo “religiosa”.
Aparte de algunos sectarios dogmáticos, pocos irán a argumentar contra la idea de que:
1. la esencia de una religiosidad verdadera y plena se configura como siendo la busca de lo sagrado, coronada con la realización de la experiencia mística de la unión;
2. que una experiencia mística es un estado ampliado de conciencia;
3. que los caminos más primordiales y tradicionales de la humanidad, mo-dernamente apuntados por los indígenas, chamanes y religiones sincréticas, con el uso de planta psico-activas con su sacramento – en nuestro caso, el uso ritual del Ayahuasca – son competentes en proporcionar ese estado de éxtasis y unión mística.
Por el contrario, muchos, millares hasta, irán a reconocer y atestar, por expe-riencia propia, el valor espiritual de esas experiencias.
(1) Do Drugs have religious Import? Huston Smith, Ph.D. The Journal of Philosophy, Vol LXI, No 18, Setember 17, 1964