AYAHUASCA
Como Camino Iniciativo: Sinceridad y coraje
La función de una sustancia como el Ayahuasca es muchas veces mal entendida. Muchos piensan que por el hecho de haber tenido experiencias maravillosas, ya obtu-vieron las respuestas y fueron de alguna manera transformados. En algunos aspec-tos fueron, pero muchos descubren la reali-dad de que existen muchas camadas de condicionamientos e ignorancia separando su mente superficial del núcleo del ser.
La Ayahuasca y otras plantas instructoras pueden llevar a la transposición de esas barreras permitiendo el acceso a nuestra esencia, necesitando, con todo persistencia
y comprometimiento en el sentido de cambiar y remover los viejos hábitos que tienden a reaparecer.
Muchos imaginan que la repetición de la experiencia irá a mantener un estado de lucidez y visión, de hecho puede, pero frecuentemente, el cambio requiere trabajo duro y espuerza dedicado; algunas veces la experiencia transforma, pero otras veces muestra lo posible, apunta un camino, la responsabilidad de implementar los cambios nos pertenece.
Para el investigador espiritual serio, así como para los que buscan conocimiento verdadero, la característica más importante es la honestidad. Esto significa el coraje para mirar lo que se presenta en el proceso, por la habilidad de admitir sus fallos cuando estos se vuelvan aparentes y por la determinación de cambiar sus comportamientos en función de lo que se revela.
El contenido y naturaleza de las experiencias que esa sustancia induce no son, por lo tanto, productos artificiales resultantes de su interacción farmacológica con el cerebro, sino expresiones autenticas de la psique que revela su funciona-miento y potenciales en niveles inaccesibles en el estado ordinario de concien-cia.
Para aquel cuya intención real es instalar una transformación psico-espiritual, la Ayahuasca puede funcionar como catalizador natural a revelar y liberar intuiciones y conocimientos oriundos de las facetas más elevadas del ser, permitiendo el acceso a una sabiduría fundamental relativa al universo y a nuestra posición como individuo.
El gran valor de la Ayahuasca, traida a nuestra atención, por las sociedades indigenas, es que ella disuelve los límites de la mente insconciente; ella da acces-so a los contenidos reprimidos y olvidados. Ella posibilita el reconocimiento de las configuraciones universals de la psique, los arquetipos de humanidad, junto com um abanico más abarcador de conocimientos y maneras de concientizar, incluso eventualmente la vivencia de los diversos aspectos de la unión mística.