AYAHUASCA Y SU FENOMENOLOGÍA
Visiones típicas: la manifestación del Cóndor
Los cóndores prefieren vivir en las altas montañas, vo-lar en los cielos por encima de las cordilleras. Ellos simbolizan la más alta elevación, por encima de las li-mitaciones y obstáculos. Ellos son, por excelencia, el símbolo de lo tras-personal; integran la sabiduría de los que ya murieron, de los que no tienen ego. Ellos son el símbolo de la ascensión espiritual, de la comuni-cación, con los espíritus, con lo sutil. La representación
alada de la Ayahuasca.
El cóndor es el símbolo del poder creador, es la encarnación de la filosofía pe-renne; su vuelo majestuoso apunta para el proceso mismo de la vida, de la eternidad criadora, cuyas obras siempre vivas son hechas de nacimientos y muertes. El águila es símbolo solar, pero el ojo del cóndor es el sol; él simboliza la luz oculta del gran vacío. Es el maestro del tiempo, de los truenos y relámpagos, de la sabiduría, de la nueva visión, de la profecía, de la iluminación.
El cóndor es con certeza el rey de las alturas pero últimamente es un servidor, un simple jardinero, el instrumento del arte de la renovación, de la limpieza y purificación; nuevas producciones necesitan nuevos espacios, se fertilizan de la desintegración de lo viejo, de los espíritus de los muertos. Sabiduría, prudencia, calma, ponderación, discreción, visión, intuición, profecía, mensajero del divino son los atributos del ave.