LOS ESTADOS DE CONCIENCIA
EL ESTADO AMPLIADO DE CONCIENCIA (HANANPACHA)
Comprensión por la Razón
Sabemos estar viviendo en un mundo interconectado por una inmensa red de comunicación, concientes de nuestra interdependencia con la totalidad de la naturaleza, tanto orgánica como inorgánica, pero aún precisamos comprender que eso de hecho significa ‘unicidad’.
Vamos a suponer que algún biólogo este queriendo hacer una descripción muy detallada y precisa del comportamiento de un organismo particular, talvez de un pájaro alimentándose en un pomar. Él no podrá describir por completo y detalle del comportamiento del pájaro sin también describir el comportamiento de los árboles, de las estaciones, de la floración y de las frutas, del suelo y del agua, de la propagación de las plantas, de los insectos, de la temperatura, todos elementos fundamentales, manifestándose en conjunto y sincronía con el comportamiento del pájaro. Él no puede describir el comportamiento del animal sin también describir el comportamiento del medio ambiente. Los comportamientos de la fauna, de la flora, de la naturaleza inorgánica conforman un único campo sistémico de acción.
El estado actual del planeta ocurre y es indisociable de la existencia de los seres orgánicos – incluso de la agitada inquietud humana – como la noche e interdependiente del día; en cualquier ambiente radicalmente diferente, la humanidad so podría sobrevivir volviéndose radicalmente diferente.
Meditando percibimos que la individualidad es de unas cierta forma muy real, con todo observando de una otra manera percibimos que es una ilusión. ¡Buda tenía razón en este punto! No soy necesariamente li-mitado por el intervalo entre mi nacimiento y mi muerte, porque yo soy el resultado de una cadena ca-sual de extraordinaria complejidad, comenzando su-puestamente con el “Big – Bang”.
Conocerse a si mismo es esencialmente conocer sus límites y fronteras, no en tanto cuanto más miramos y examinamos, más los ‘límites’ se disuelven en procesos y relaciones e más informe y sutil se vuelve el ‘si mismo’.
Mi existencia tendrá consecuencias que no puedo prever, no sólo durante mi tiempo de vida, como después: aun siendo mortal, mi existencia se extiende y ramifica, si bien que de forma infinitamente tenue, ¡a lo largo de toda la eter-nidad! Para mejor o peor, lo que hacemos nunca será “apenas” lo que deseamos hacer.
Lo que me ocurre a mi te afectará y lo que te ocurre a ti me afectará; como la luz de la luna, de Venus o de Marte reflejándose en nuestros ojos, afecta a nuestros cuerpos, mentes y corazones, lo que estamos haciendo afectará a todos los seres.
Así, mis limites no son mi piel ni tampoco el alcance de mi percepción, a menos que acepte esos marcos como siendo mis limites, en consecuencia aceptando también la realización de esa misma visión. Nuestra ‘verdad’ es, de cierta forma, un proceso casual conectando lo que creemos y pensamos de nosotros mismos con lo que vivenciamos en el escenario de la existencia.
La conectividad, que revela y apunta la unicidad de todas las cosas – no apenas una ‘unión’ de partes distintas – demuestra que el universo es una red infinitamente compleja y misteriosa de relaciones y eventos; que por mayor que sea nuestra ciencia sólo seremos capaces de entender muy poco de esa inmensidad.
Conectividad significa también que mi concepto de ‘yo’ de cierto modo depende de cómo yo me veo; tal vez como un punto de conciencia espejando percepciones o entonces como una persona viviendo en sociedad y así por delante. Todas esas visiones son verdaderas, pero ninguna es entera y absoluta; todas son parciales e incompletas, enfatizando ciertos detalles de acuerdo con el foco de atención.
En un cierto sentido puedo escoger los límites del ‘yo’ y venir a ser lo que yo quiero por el acto de dirigir mi meditación, atención, concentración para eso o aquello.
En las Upanixade, en el “Brahad Aranyak”, el sabio informa al rey Janaka a respecto de la verdadera naturaleza de Brama;
“Brama, el rey Janaka, sólo puede ser entendido como conocimiento en sí – conocimiento uno e inseparable de lo real. Brama está más allá de las prue-bas, más allá de todos los instrumentos de pensamiento. Brama es terno y puro, no nacido, pero sutil, más que sutil, mayor que el mayor, apenas por la mente purificada puede ser vislumbrado. Aquél que conoce Brama como la vida de la vida, el ojo del ojo, la oreja de la oreja, la mente de la mente; ese realmente comprende la causa de las causas. En Brama no hay diversidad. Aquél que ve diversidades va de muerte en muertes”.